¿Cuándo se romperá, si un día, el hechizo que anidado en nuestras frentes se mantiene, nutrido por aquello que la vida hizo con nosotros, bien al azar o adrede? ¿Será que volveremos a mirarnos con alegría en los ojos y los labios? ¿Cuándo podremos, finalmente, abrazarnos, libre el corazón de humores ácidos? Extraño tanto la niña de mis ojos, la mirada de ilusión que me ofrecía, el orgullo con el que a mi lado andaba. Le cuesta tanto creer que yo la amaba, que mi corazón de amor por ella ardía tanto como hoy se consume en sus enojos.
Por ti soy lo que soy. Por ti es que vivo y muero. La raíz de mis sueños y donde van a parar. Principio y final del camino recorrido. De errores y aciertos, de reír y llorar. Gracias por todos los momentos contigo. Perdona todo, te pido, y juntos caminar.