El amor, de incendio en el bosque se volvió brasa en tu hogar, mientras yo miro por la ventana. Quizás faltó viento, o la madera era mala para arder. Quizás el bosque se creyó demasiado capaz de sustentarlo. Tal vez era imposible arder eternamente con tanta lluvia cayendo fina e incesante. El caso es que aquí estoy, empapado, imaginando el calor que fue.
Colección incoherente de letras sueltas