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Mostrando las entradas de 2013

Rompiendo

A la orilla del mar, pensando en ti. Las olas rompen en ella como mis intentos de acércame a ti. ¿Debo ser como el mar y vivir rompiendo en tu costa por siempre? ¿Tiene el mar esperanza? No sabremos nunca. Cuántas lágrimas derrama incógnitas entre la espuma de su oleaje.

Viernes a las nueve de la mañana

Viernes a las nueve de la mañana. Debería estar en sesión del seminario, o debería estar aprovechando el tiempo haciendo cosas que tengo pendientes. En cambio, estoy aquí, escuchando una canción que hace resonancia con lo que ha sido, y no ha sido, mi vida ( Counting Stars, de One Republic ). Hay días en los que uno no se encuentra. Días en los que sentimos que volamos en círculos. En los que pensamos en círculos. Tantas cosas por hacer que ninguna acaba haciéndose bien. Todo a medias. Inevitablemente, surge el asunto de la condición económica, de la capacidad desperdiciada, de las expectativas no cumplidas. Las diez de la mañana. Creo que debo poner más atención a la organización del seminario.

Incendio a brasa

El amor, de incendio en el bosque se volvió brasa en tu hogar, mientras yo miro por la ventana. Quizás faltó viento, o la madera era mala para arder. Quizás el bosque se creyó demasiado capaz de sustentarlo. Tal vez era imposible arder eternamente con tanta lluvia cayendo fina e incesante. El caso es que aquí estoy, empapado, imaginando el calor que fue.

Déjate besar

Déjate besar, que mis labios tiemblan. Déjate abrazar, que mis brazos desfallecen. Déjate mirar, que sin ti no hay día. Déjate tocar, que me pierdo sin ti en la noche. Déjame rozar los vellos de tu espalda. Déjame coger tus pies desnudos. Déjame olfatear la raíz de tus cabellos. Déjame entrar, otra vez, en tu mundo. Deja que el amor florezca en nuestro huerto. Deja que la luz entre por la ventana. Deja que la noche enamore al día. Deja que mi vida vuelva a tener sentido en la mañana.

Mi estrella

Un día me encontré una estrella debajo de una escalera, con sus ojitos caídos y mirada de esperanza. La tomé entre mis brazos y le dije que era bella. La cuidé con mi cariño y me gané su confianza. Ella dijo que me amaba y que volara con ella. Yo lo intenté, mas no pude despegarme de la Tierra. Se quedó entonces conmigo llenando mi casa de luz. Me dio dos hijos preciosos, una rosa y otro azul. Ha sido mi noche y mi día, atardecer y madrugada. Mis esquemas, mis teorías se han quebrado en su mirada. Cuando al fin me llegue el día de dejar la vida en Tierra ¡Me van a salir las alas para volar con mi estrella!

Por él

Lo mataron anoche. Lo cortaron en pedazos y en bolsas negras lo tiraron a la basura. Era hoy el pago del rescate. Reunido con dificultad y sin esperanza. Tan solo por el cuerpo que gritó en silencio, que sacó la mano de la bolsa para evitar una injusticia más. A punto de conocerlo y ahora está muerto. Concluido. Inalcanzable. Mañana seré yo. O tú.